El actual territorio riverense fue testigo de la última batalla de la Patria Vieja.
El 22 de enero de 1820 fueron sorprendidas las tropas artiguistas por el ejército portugués al mando del Conde da Figueira; las filas orientales tenían como Jefe a Andrés Latorre y llegaban al número de 2300, integradas en su mayoría por indios misioneros.
La sorpresa y la rapidez de los movimientos del ejército invasor llevaron a una triste derrota para los artiguistas, dejando aproximadamente 800 bajas entre muertos y heridos.
Tacuarembó resultó ser el último embate bélico de las tropas artiguistas en nuestro suelo, quedando así establecida la dominación portuguesa.
Conocido los hechos, Artigas que estaba acampado en Mataojo, emigra al otro lado del Río Uruguay en busca de unir nuevas fuerzas y como resultante, se enfrenta en dos combates: Las Guachas y Las Tunas. Mantiene los intentos en continuar su proyecto con aquellas provincias que integraban la Liga Federal en el Pacto de Ávalos, pero ya le era difícil solventar la injerencia de la elite porteña, iniciando así su exilio al Paraguay.