Rivera de Memoria: Olyntho María Simões

En el marco del Proyecto Rivera de Memoria damos inicio en este mes de junio un nuevo Ciclo conmemorativo sobre la vida de los riverenses. Hoy estamos celebrando un año más del nacimiento de un insigne hijo de la frontera y uno de nuestros referentes de la poesía lugareña. En esta oportunidad hacemos memoria del poeta Olyntho María Simões quien nació un 5 de junio de 1901.

Para rememorar su vida tomamos de manera textual lo que manifestó “A modo de prólogo” el Sr. Raúl Veloso en el libro ‘Hojas Sueltas’ -edición póstuma coordinado por su esposa Doña Lila Larbanois de Simões- del año 1976 haciendo memoria del aporte del poeta a la vida e identidad cultural de los riverenses.

“Olyntho no sólo fue el poeta que cantó con tanta ternura a personas y cosas de nuestro terruño, sino que, desde temprana edad, trabajó incansablemente por la cultura de nuestro pueblo. Siempre honorariamente. Trabajó más de la mitad de su vida entregándose con amor para que nuestra juventud tuviera caminos abiertos a fin de desarrollar sus aptitudes intelectuales.”

Fue el poeta que en el año 1930 escribió Canto a la ciudad de Rivera logrando el primer premio en el concurso organizado por el Consejo Departamental de Administración, que era órgano de gobierno en el territorio, siendo declarado Himno de la Ciudad. También escribió sobre los personajes de la época, nuestras calles, costumbres y tradiciones de esta frontera.

Rivera de Memoria apunta a poner en valor y hacer memoria del legado de hombres y mujeres que han caminado sobre nuestras tierras coloradas, pero también de aquellos que hoy están en medio de nosotros dando continuidad al quehacer cultural, forjando nuestra identidad riverense y fronteriza.

 

 

CANTO A LA CIUDAD DE RIVERA

Tú no tienes gloriosas tradiciones.
No fuiste cuna de ningún caudillo
ni fuiste sitio de ningún combate.
Jamás se supo de extranjero alguno
que haya anhelado conquistar tus llaves.
No hay para ti recordación ninguna
de la historia en sus páginas de sangre.

¡Más vale así, ciudad de mis afectos!
Honor es para ti que la grandeza
brutal de las peleas, en tus calles,
tranquilas y apacibles, no haya escritor
su signo de barbarie,
con la sangre de muchos corazones
y el llanto de dolor de muchas madres!

¡Más vale así, ciudad de mis afectos!
¡Tú sin eso también puedes ser grande!
¡Tú tienes el encanto de tus plátanos,
poblados de gorriones charlatanes,
y tu Cerro del Marco, que es un puño
cuyo índice gigante,
señala eternamente a las estrellas,
indica eternamente lo insondable…
(Fragmento)