En horas de la mañana de este miércoles 3 de abril en el espacio Agustín R. Bisio ubicado en el hall interno del edificio municipal, quedó inaugurada la exposición SJ29 Lisado de corazón – Federico Díaz.
En su alocución el director del Museo Regional del Patrimonio, Dr. Eduardo Palermo, manifestó que: “hemos homenajeado regularmente a los poetas y los artistas y en este caso el homenaje está dirigido a una persona que representa a la ciencia, que representa a la química, que representa al campo de la salud y que transformó a Rivera a través del Lisado de Corazón, en un ícono reconocido en todo el mundo. Esta muestra es parte del acervo del Museo del Patrimonio y tiene dentro de la política de cultura la obligación de intermediar entre la memoria y la historia”
Por su parte el intendente departamental Cr. Richard Sander Darín expresó: “es un poco la idea, poner en valor y contexto las cosas buenas de los riverenses que han trascendido fronteras… esperamos que sobre todo los más chiquititos, las escuelas, los liceos, puedan conocer un poco de la historia que puso Rivera en foco hace ya un montón de tiempo con el Lisado de corazón”.
Adjuntamos parte de un texto escrito por el Prof. José Sampayo, para la Publicación trimestral – La Gazeta Nº 11, editado por el Museo del Patrimonio Regional de la Intendencia Departamental de Rivera, que expresa parte de la vida del Químico Farmacéutico.
Lisado de Corazón Federico Díaz Tabernier – La obra que trasciende.
Cuando se habla de Federico Díaz Tabernier, la memoria colectiva riverense apela al producto de trascendencia internacional Lisado de Corazón, el cual llevó al Químico a ultrapasar fronteras y poner a Rivera en el centro de las noticias a mitad del siglo XX. Pero el título de este artículo pretende demostrar las diversas acciones del científico que llevan a componer esta gran obra que trasciende a través del tiempo hasta nuestros días. Veamos cuál es el origen de esta obra y como se fue construyendo.
Consultado el Diccionario Riverense de Joel Salomón de León, especialmente la letra D, nos encontramos con la biografía del científico. A finales de 1906, nace en Montevideo Federico Díaz Tabernier. Hijo de José Díaz, de origen español y de Elvira Tabernier de familia sueca, los cuales contrajeron matrimonio en 1902. En el decreto ley 16.067 donde se designa a la Escuela n°101 de la ciudad de Rivera con el nombre Químico Farmacéutico Federico Díaz, nos aclara que a pesar de haber nacido en la capital del país, desarrolló su infancia y adolescencia en la ciudad de Rivera. El documento mencionado sostiene que “su niñez se desarrolló en la ciudad de Rivera, cursando los años de escuela en esa ciudad, siendo sus directores los educacionistas, doña Celia Brum y don Arturo Saavedra. La enseñanza secundaria, en su primer ciclo, la hizo en el Liceo Departamental, cursando, con notas de sobresaliente.”
Luego de culminar con sus estudios en el Liceo Departamental, concurre al Instituto Alfredo Vázquez Acevedo, popularmente conocido como IAVA, para finalizar el preparatorio con notas excelentes en la orientación biológica. Posteriormente ingresa a la Facultad de Química y Farmacia, logrando el egreso y su título en 1929. Culminados sus estudios, retorna a la ciudad de Rivera con su esposa, la también Química Farmacéutica Natalia Díaz Gómez. Es mediante la vía de concurso que accede a la dirección del Laboratorio del Hospital de Rivera y a partir de esto comienza su trabajo como investigador y científico de gran trayectoria, logrando importantes resultados. De noble espíritu, generoso, servicial y comprometido, comienza a desarrollar estudios que permitirán la concreción del famoso Lisado de Corazón(SJ29), sigla que corresponde al nombre de la estancia San Juan, donde realizaba experimentos con perros y 29 al número de intentos para consolidar la medicina. El mayor auge de sus investigaciones y sus realizaciones se realizaron entre 1959-1968. En particular, el Lisado de Corazón aparece con un envoltorio de marca registrada propia de la frontera, además de la sigla SJ29, aparece el contorno del mapa de Uruguay y un marco característico de Rivera, por su cerro del Marco, como también por su condición de frontera con Santana do Livramento. El Lisado de Corazón en especial, surge del experimento de la observación hacia perros, donde escondían sus huesos, a partir de esto, la composición del producto tiene carne en descomposición, vitaminas, cortisona, dejando de ser algo químicamente puro en su totalidad. Esto llevó a ser criticado por la academia médica y química por los resultados obtenidos, ya que sus experimentos se hacían lejos de la capital, como también sin un laboratorio propiamente dicho además de ser realizado primero en animales. Continuando con su labor pujante, estableció una farmacia, adquiriendo el comercio a Nepomuceno Porto, manteniendo el nombre de este (Farmacia Porto).
Considerado un gran filántropo, luchó para que la juventud riverense pudiera tener un lugar para quedarse en Montevideo, es así que promueve el Centro de Residentes de Rivera. También donó el predio que se destinó a Liceo Militar, donde se ubicaba antiguamente la Aceitera Mandubí y hoy en día es el comando de la Brigada de Caballería n°1 en Barrio Mandubí. Le dedicó tiempo de su vida a la lucha contra enfermedades, destinando espacios en el hospital para enfermos bacilares. Relacionado a la salud, promovió la creación del Centro de Salud en barrio Rivera Chico, actualmente ubicado por la calle Avenida Cuaró, la cual se encontraba dentro del plan de asistencia rural de UNESCO. Profesor de vocación, dictó clases de Química en el Liceo Departamental. Pensando en las dificultades que tenían los niños en edad escolar, dona el predio para que se instale la Escuela de Dislexia, actualmente CELER, (Centro Experimental de Lectura y Escritura de Rivera) habilitada el 27 de abril de 1963. Integrante del Rotary Club Rivera, fomenta una gran cantidad de obras hacia el prójimo, destacándose socialmente y adquiriendo el cariño de la población riverense. La popularidad de Díaz creció rotundamente, no solamente por sus acciones sino que también por logros con los pacientes que se curaban tomando el Lisado de Corazón.
Los celos de la Academia de Medicina y la composición cuestionada del remedio, llevó a una década de 1950 bastante efervescente. Por un lado la población apoyando al Químico, pero por otro, el Ministerio ejerciendo trabas al remedio.
Estos enfrentamientos no hicieron que Federico Díaz bajara los brazos, sino que siguió viajando hacia la capital, reuniéndose con integrantes del Ministerio para seguir con su labor. La sociedad riverense no se quedó de brazos cruzados y realizó un sin fin de obras para ayudar económica y anímicamente al científico. Es así que el 23 de diciembre de 1960 se crea la Fundación Federico Díaz, compartiendo la siguiente frase: “Lo que el pueblo adquiere del SJ 29 Lisado de Corazón, la Fundación Federico Díaz se lo devuelve en obras sociales.”
El impulso fue abrazado por toda la sociedad, generando la construcción del laboratorio en el Cerro Caqueiro, precisamente en la manzana n° 549, en el camino de la línea divisoria Brasil-Uruguay. Esta Fundación, según Joel Salomón De León (2000), fue un hábil instrumento para llevar su concreta acción solidaria allí donde fuese necesaria.
El laboratorio construido en la cima del cerro mencionado anteriormente responde a una construcción moderna, con un racionalismo y funcionalismo presentes en la misma, siendo el estilo arquitectónico preponderante en la primera mitad del siglo XX. En lo más alto del terreno se ubica la casa, con ventanales que juegan con el entorno aprovechando la panorámica que ofrece el terreno. En una de sus paredes, aparece un mosaico de la Escuela Técnica de Artes Pictóricas, donde resalta la figura del artista riverense Osmar Santos. La misma fue realizada en 1961 y aparecen tres planos, el del medio y más grande hace referencia a Federico Díaz como salvador, artífice de la cura de los enfermos, rodeado de personas que necesitan de su medicina. En el espacio izquierdo aparece un pueblo unido por la causa y en el derecho una imagen característica de la función del laboratorio, con sus instrumentos y experimentos.
En 1979 en la Agrupación Universitaria de Rivera y luego en el Teatro Municipal de Rivera, la sociedad riverense le otorgó su debido homenaje. Luego, en 1984, la Cámara de Vereadores de Santana do Livramento le otorgó el título de ciudadano Santanense.
Fallece en 1987.